Convertirte en un Traductor técnico es probablemente una decisión sumamente acertada, especialmente porque esta es una de las profesiones que puedes realizar desde la comodidad de tu hogar. Puedes convertirte en un traductor independiente o recurrir a una agencia de traducción, la elección es tuya, sin embargo, cualquiera de las dos es una excelente opción.
Razones para ser un traductor profesional
Existen una gran cantidad de razones por las cuales convertirte en traducción profesional es una muy buena idea. A continuación, te hablaré brevemente de algunas de estas razones, seguramente más de una sea de tu interés.
- Puedes ser tu propio jefe en el caso de que quieras ofrecer tus servicios de forma independiente.
- Posibilidad de obtener grandes ingresos gracias a que las traducciones son bien pagadas.
- Hay una gran demanda de profesionales de este campo, por lo que, trabajo no te faltará.
- Puedes crecer profesionalmente de una forma bastante rápida.
- Puedes aprender mucho y desarrollar en gran medida tus habilidades profesionales.
Consejos para convertirte en un mejor traductor
La traducción es un arte y como tal, es importante que puedas afinarla correctamente. Es por ello que, es sumamente importante en seguir algunos consejos que te permitan el convertirte en un mejor traductor. Así que, puedes empezar por estos 7 consejos que te ayudarán a conseguir un mejor nivel en tus traducciones.
1. Domina primero tu lengua materna
Dominar un segundo idioma no es suficiente para realizar traducciones de calidad. El dominio de una lengua distinta a la materna es irrelevante si se cometen errores gramaticales y ortográficos básicos, o si sólo se es capaz de traducir literalmente frases hechas y referencias culturales. Recibir formación en traducción y lingüística es una gran ventaja.
2. Incorpora el método de investigación “de guerrilla”
Por mucha experiencia que tengas, de vez en cuando te encontrarás con términos y expresiones nuevas, desafiantes o desconocidas. Un buen traductor va más allá para encontrar la respuesta. Es por ello que, puedes recurrir a diversos traductores, como por ejemplo, Google Translator, Yandex Translator o similares que puedan ayudarte a conocer esas palabras que no conoces.
3. Conoce tus puntos fuertes
Elige tus batallas. Traduce en los campos en los que puedas realizar tu mejor trabajo. Por ejemplo, si tu campo son los medios de comunicación, la tecnología (especialmente la seguridad digital) y la localización de software, es a ello a lo que debes apostar. Esto no quiere decir que debas aceptar trabajos únicamente de este campo, pero prefiere siempre traducciones que estén dentro de tu campo de conocimiento.
4. Leer con ganas
Un buen traductor es un buen lector y un buen escritor. Y no se puede ser un buen escritor sin ser primero un lector voraz. Lee con un propósito: todos los días lee noticias tecnológicas en esos idiomas que sabes, prestando atención a la terminología utilizada. También lee todos los libros en ese idioma que puedas. Esto es algo sumamente importante que debes tener en cuenta, después de todo, mientras más te informes y documentes, podrás realizar un mejor trabajo.
5. Corrige; luego vuelve a hacerlo
Tu primer borrador siempre tendrá errores. Los errores tipográficos, gramaticales o de puntuación son inevitables… la primera vez. Si tiene la posibilidad de contar con un editor o corrector, aproveche al máximo sus servicios. Un par de ojos frescos detectarán cualquier error mucho más rápido.
6. Hazlo bonito, la traducción es un arte
¿Alguna vez te ha perdido en un buen libro? El texto traducido debe producir el mismo efecto en el lector. Un texto literal o plagado de errores desvirtúa la experiencia. Es importante encontrar tu voz como traductor. Encuentra tu estilo y afínalo, de esta manera, vas a poder cautivar a la persona que lea tu escrito.
7. La tipografía es importante
Aprende las convenciones de tus respectivos idiomas para producir documentos visualmente más atractivos y fáciles de leer. Esto está relacionado con el punto 6, pero es lo suficientemente importante como para merecer su propia entrada en la lista.
El árabe suele necesitar dos puntos más de tamaño que el texto correspondiente en inglés para ser legible. Un tipo de letra de aspecto “cool” puede no ser especialmente fácil de leer, sobre todo en textos largos.