La prostatitis, también conocida como hiperplasia benigna de prostata, es una condición médica que puede presentarse en hombres de todas las edades debido a una variedad de causas, provocando malestar en los pacientes.
Me dijeron que puede suceder a cualquier edad, pero en realidad es más común en hombres mayores. Seguir los consejos de un urólogo, un médico que se especializa en esa parte, además de tomar los medicamentos correctos recetados por el especialista, practique unos hábitos que ayuden.
La próstata generalmente aumenta de tamaño a mediados de la década de 1990. Esto se debe a que la glándula prostática (la gónada masculina que produce el líquido que transporta los espermatozoides durante la eyaculación) rodea la uretra (el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo). Se encoge y causa problemas.
Una próstata agrandada se llama hiperplasia o hiperplasia prostática benigna (HPB). Cuando ocurre un problema, a menudo asusta al paciente, no es cáncer y se debe tener cuidado de pasar la prueba, pero no aumenta por sí mismo su predisposición. Chequeos de salud relacionados.
Los síntomas más comunes son:
- Goteo al orinar
- Dificultad para orinar
- Drenaje incompleto de la vejiga
- Nocturia o flujo de orina deficiente
- Nocturia
- Dolor al orinar (en algunos casos)
- Orina con sangre (en algunos casos, indica infección)
Terapia prostática natural
Históricamente, extractos de hierbas se han utilizado para aliviar los síntomas de la hiperplasia prostática benigna. De hecho, incluso hoy en día, muchos de los medicamentos recetados disponibles para el tratamiento incluyen extractos de hierbas. Las principales plantas utilizadas son:
Sabal
Una sierra de mano que los indios han utilizado durante cientos de años para tratar una serie de problemas en los hombres, su uso en el tratamiento del agrandamiento de la próstata tiene desde el siglo XIX. Utiliza frutos extraídos con extractos grasos llamados “Esteroles lipídicos” y es rico en ácidos grasos libres (ácidos: oleína, láurico, mirístico, linoleico, linolénico) y otros como esteroles y triglicéridos.
Tiene efectos antiandrógenos sobre la próstata (puede bloquear la actividad biológica de los andrógenos u hormonas masculinas), antiinflamatorio, antiedematoso (reduce la acumulación de líquidos) y anticancerígeno. Está indicado para la hiperplasia benigna de próstata y para el alivio de los síntomas urinarios asociados. Es importante destacar que no causa cambios en los niveles de testosterona u otras hormonas.
Ciruelas o Pugums en África
Algunas tribus africanas usan polvos para la piel para mejorar los problemas urinarios de los ancianos. Con base en estas observaciones, a mediados del siglo pasado, se desarrolló este método para obtener un extracto que contiene un complejo lípido-esteroles, como en el caso de la palma enana americana. Su efecto es similar al de la palma enana americana y, en la práctica, los dos extractos a menudo se combinan.
Ortiga principal
Las raíces utilizadas incluyen polisacáridos, lectinas (UDA), ácidos grasos y compuestos lipofílicos similares a esteroides. Entre los ácidos grasos, se ha demostrado que el ácido 9-hidroxioctadecadienoico inhibe la actividad de la enzima aromatasa, una enzima que juega un papel muy importante en la síntesis de estrógenos. Por lo tanto, actúa a nivel hormonal, ayuda a inhibir el crecimiento de la próstata y tiene efectos antiinflamatorios.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en su monografía sobre ortiga apunta a la raíz de la “reducción de los síntomas del tracto urinario inferior asociados con la hiperplasia benigna de próstata (HPB)”. Puede utilizarse como tratamiento único para aliviar los síntomas, como complemento o en casos leves o tempranos para los que aún no está indicado el tratamiento farmacológico. De estas tres plantas, la más inteligente es utilizar medicamentos estandarizados con el ingrediente activo para asegurar su efectividad.
Calabaza
Semillas ricas en grasas, especialmente ácido linoleico, se utilizan para la mitad de ellas. También contiene vitamina E, esteroles y proteínas. Se ha demostrado que estas grasas reducen significativamente los niveles de dihidrotestosterona en el tejido prostático y la presión en la vejiga y la uretra.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha aprobado el uso de semillas de calabaza para tratar la hiperplasia prostática benigna y las molestias urinarias asociadas con la vejiga inestable. Esta planta también se puede utilizar como tratamiento complementario, especialmente en casos leves, inicialmente como tratamiento único, para aliviar los síntomas de la nicturia.
Remedios caseros para la prostatitis: baños calientes
Este es uno de los mejores para una próstata inflamada, especialmente debido a su simplicidad. Llene con agua caliente a una temperatura que no cause quemaduras y vierta suficiente agua caliente para enjuagar su vientre. Siéntese en la bañera y sumérjase en el agua hasta por 20 minutos.
La fiebre ayuda a reducir la inflamación, el dolor y la dificultad para orinar. Agregar cola de caballo al agua aumentará los efectos antiinflamatorios del baño. Recomendamos bañarse con esta agua tres veces al día.