El medio, a través de la capacidad de contactar con los muertos, se convierte en una fuente de importantes verdades vitales, contenidos y mensajes inspiradores. Para captar esta sabiduría de los muertos, el médium necesita un estado mental consciente porque todo lo que captamos nos afecta y nos cambia.
La conciencia ayuda al medio a controlar la información obtenida de alguna manera y utilizarla para buenos propósitos. El sacrificio del médium consiste en debilitar el ego, porque la herramienta de contacto es la propia mente del médium. Es el vínculo entre el mundo espiritual y material.
El médium necesita un maestro espiritual para poder desarrollarse espiritualmente
Con este fin, se somete a una prueba para demostrar su preparación para el camino elegido por el medio. Cuando más, otro tipo de fantasmas comienzan a llegar, significa que el médium ha pasado la prueba y puede contactar fantasmas excepcionales con una ética excepcional, lo que le permitirá al propio médium acometer tareas y misiones realmente importantes como hechizos esotéricos.
El médium, sin embargo, no es un mensajero espiritual
Se les puede llamar hasta cierto punto un “instrumento” para el contacto con los fantasmas, pero no afecta el desarrollo de la persona en sí, pero indica la voluntad de hacer el bien y un sentido estable de la ética.
El difunto puede darnos respuestas a preguntas complejas, muchas veces numéricas o simplemente, que, por alguna razón, nunca podremos responder nosotros mismos. Es posible que los fallecidos olviden algo de lo que recordaron en su vida, por lo que hay que tener en cuenta que ayudar al fallecido no siempre funciona.
No siempre obtendremos respuesta a las preguntas que nos molestan, pero podemos estar seguros de que durante la proyección el fallecido nos aportará alguna pequeña, pero característica evidencia que nos hará absolutamente seguros de que esta es la persona con la que queríamos contactar.
El mismo proceso de invocación de fantasmas está estrechamente relacionado con tener una conversación con un fantasma. Aquí debemos recordar no presionar a los extraterrestres si no quieren responder nuestras preguntas o simplemente no tienen el conocimiento.
Algunos de los mensajes de los fantasmas pueden resultarnos incomprensibles
Un hecho muy importante es que no podemos en absoluto convocar a un fantasma por su nombre, porque puede representar una amenaza de posesión o convocar a otro fantasma, a menudo muy malicioso.
No causamos fantasmas en algunos lugares, como un hospital, una iglesia, un cruce de caminos, un depósito de cadáveres, campos de batalla y edificios públicos; muchas almas pueden deambular por allí. También debemos recordar no tocar los fantasmas bajo ninguna circunstancia, ya que puede resultar en la interrupción de la sesión.